Várices: el silencioso riesgo tras su aparición

Piernas de mujer con várices

La aparición de várices es algo común, que afecta a un alto porcentaje de personas, principalmente mujeres. Esta patología causa molestias físicas y estéticas.

Pero, ¿qué son? y ¿por qué se producen?

Las venas varicosas, más conocidas como várices, son una patología vascular que consiste en la dilatación de las venas superficiales de las piernas. Esto significa que las venas se hinchan y retuercen hasta el punto de verse por debajo de la piel.

Las várices aparecen debido a una acumulación anormal de sangre en las venas que pierden su elasticidad, provocando que estas se dilaten y ensanchan a medida que transcurre el tiempo. Esta patología puede surgir por herencia genética, sobrepeso, trabajar muchas horas de pie, sedentarismo, embarazos repetidos y el envejecimiento; cabe destacar que estas causas no necesariamente están todas presentes.

¿Qué molestias pueden provocar las várices?

Las venas varicosas pueden originar:

  • Sensación de fatiga o cansancio en las piernas.
  • Dolor, calambres y hormigueos en las piernas.
  • Picazón e hinchazón o edema de los tobillos o piernas.

Hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo, puede aumentar el volumen de las venas visibles y estos síntomas asociados.
Tipos de várices

  • Várices Grado I. También conocidas como varículas o arañas vasculares. Se perciben en algunas zonas debajo de la piel, son pequeñas de color violeta y puede tener formar de estrella. Usualmente es solo un problema estético, aunque a veces puede provocar sensación de cansancio y pesadez.
  • Várices Grado II. Estas varices de esta clase son más visibles y vienen acompañadas de ciertos síntomas como dolor, calambres, picor, escozor o pesadez y cansancio en las piernas.
  • Várices Grado III. En este grado, las varices ya están muy dilatadas y causan dolor. Pueden provocar el cambio de tono de la piel, hinchar la zona y causar edemas.
  • Várices Grado IV. Son las más graves y pueden provocar problemas serios de salud. Surgen  lesiones eccematosas (descamación) en algunas zonas, úlceras e incluso, infecciones.

¿Cuándo debo preocuparme si tengo varices?

En general, las várices no son malignas, pero existen ciertas complicaciones que pueden surgir a medida que transcurre el tiempo y afectaría la salud. Por eso, es importante hacer los estudios pertinentes a cada paciente para descubrir su origen, ya que estas venas varicosas en su estado más avanzado, pueden producir úlceras en las piernas, embolismos pulmonares o trombosis.

Debemos estar alertas y preocuparnos cuando las varices aumenten de tamaño, la piel cambia de color o existe sensación de calor en la zona y, por supuesto, si hay dolor que nos dificulte llevar una vida normal.

Recuerda que es importante acudir a un especialista en Medicina Cardiovascular cuando se observa la aparición de venas notorias en la superficie de la piel o cuando aparecen los primeros síntomas, para así lograr detener las várices antes y evitar complicaciones a futuro.

Piernas con várices

¿Cuáles son los tratamientos de las várices?

El tratamiento para tratar las várices debe ser indicado siempre por un especialista, entre ellos existen:

  • Escleroterapia: para el caso de arañas vasculares o telangiectasias, se realiza este procedimiento ambulatorio en el cual se inyecta un líquido en el interior de la vena, causando su esclerosis o cicatrización interna.
  • Termoablación: con el uso de energía térmica, ya sea endolaser o radiofrecuencia, se efectúa el sellado de las venas insuficientes.
  • Uso de sellantes químicos: es una especie de pegamento para sellar la vena.
  • Método convencional: extracción de la vena insuficiente y de sus colaterales.

¿Cómo prevenir la aparición de várices?

Uno de los mejores métodos para prevenir la aparición de venas varicosas es mantener una buena circulación sanguínea. Para ello, es necesario evitar el sedentarismo y llevar una buena alimentación. Si ya tienes várices, también se puede evitar que empeoren con estas medidas:

  • Evita permanecer de pie o sentada durante períodos de tiempo prolongados.
  • Camina o practica un deporte beneficioso para la circulación venosa (natación, gimnasia, danza, bicicleta, entre otros).
  • Evita el calor en las piernas, como tomar el sol en las piernas, depilación con cera caliente, baños de agua caliente o saunas puesto que favorece la dilatación venosa. El agua fría en las piernas activa la función venosa y alivian la sensación de pesadez y dolor.
  • Utiliza ropa cómoda, debido a que prendas demasiado ajustadas comprimen las venas y bloquean la circulación de retorno.
  • Utiliza calzado amplio y confortable. Evita zapatos estrechos, puntiagudos y tacones altos.
  • Masajea tus piernas desde los pies hasta las ingles, presionando ligeramente para aumentar la velocidad del retorno venoso.
  • Eleva tus pies durante tus descansos o en la cama antes de dormir.

Si eres parte de la gran mayoría de mujeres y hombres que sufre de várices o estás viendo los primeros signos de ellas, te recomendamos iniciar un tratamiento profesional y personalizado. En Maiposalud, contamos con un especialista en Medicina  Cardiovascular para aclarar todas tus dudas, evaluar la situación e iniciar el tratamiento más adecuado para ti.

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