Resistencia a la insulina. El peldaño anterior a la diabetes

Resistencia a la insulina

Las altas cifras de diabetes en nuestro país, nos alarman cada vez más. Son muchas sus consecuencias que pueden llegar a ser graves. Pero existe una enfermedad previa que si no detenemos a tiempo, puede desencadenar en esta enfermedad crónica.

Se trata de la Resistencia a la Insulina. Una afección cada vez más frecuente, nombrada por muchos como “pre diabetes”, suele relacionarse con otros problemas de salud, lo cual conlleva diversas  consecuencias si no es tratada a tiempo.

¿Qué es la resistencia a la insulina?

La insulina es una hormona encargada, entre otras funciones de controlar los niveles de glucosa en la sangre y de que la glucosa llegue a las células musculares y se utilice como una de las principales fuentes de energía. Cumple también la función de evitar que se produzca glucosa en el hígado tras las comidas, así como que se liberen ácidos grasos.

La resistencia a la insulina consiste precisamente en la pérdida de estas funciones produciendo así un nivel elevado de insulina en la sangre (hiperinsulinismo), junto con los niveles de glucosa elevados por la pérdida o alteración de la función esencial de la insulina. Esto condiciona una mayor producción de ácidos grasos que bloquean a su vez la acción de la insulina. Este exceso de ácidos grasos se acumula en el tejido adiposo abdominal (obesidad central), en el hígado (esteatosis hepática o hígado graso), y en los músculos.

Conoce qué factores influyen en la resistencia a la Insulina

Existen diversas causas o factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de generar esa afección. Algunos de ellos son:

Obesidad

La relación entre los depósitos de grasa en el abdomen y la resistencia a la insulina es un hecho demostrado. Aquí las células grasas contrarrestan la acción de la insulina en el hígado liberando adipoquinas y provocan mayor producción de glucosa aumentando la insulina en sangre.

Mala alimentación

El consumo de grasas saturadas y dietas ricas en sodio, puede desencadenar una resistencia a la insulina. También se postula que la ingesta total de calorías por día sea un factor inductor más que las propias grasas. Si se consumen calorías en exceso, sin duda estamos cargando al cuerpo con más de lo que podemos resistir.

Sedentarismo

De la misma manera que la obesidad, el sedentarismo provoca el depósito de ácidos grasos en el tejido adiposo abdominal, mientras que la práctica habitual de ejercicio físico evita este mecanismo de acción y, por tanto el desarrollo de resistencia.

Fármacos

El ejemplo más representativo es la cortisona o alguno de sus derivados (corticoides), empleados en el tratamiento de numerosas enfermedades. En algunas ocasiones, estos tratamientos crónicos podrían contribuir a la aparición de resistencia a la insulina.

¿Qué síntomas indican que existe Resistencia a la Insulina?

  • Aumento de la sed: Los niveles elevados de glucosa en la sangre provocan un aumento de la sed en la persona con resistencia a la insulina.
  • Necesidad de orinar más frecuentemente: El aumento de las cifras de glucosa, inducen una mayor producción de orina.
  • Ansiedad de consumir, particularmente azúcares o hidratos de carbono:  Este proceso se explica por la incapacidad de asimilar la glucosa en los tejidos, como los músculos.
  • Sensación de cansancio generalizado: Debido a que no se está proporcionando al tejido muscular la fuente de energía necesaria para funcionar adecuadamente.
  • Aumento de peso: Es un síntoma imprescindible para el desarrollo de este síndrome, dado que se reconoce como una causa del depósito de grasa abdominal. La distribución anómala de la grasa en otras zonas del cuerpo también se pone de manifiesto, contribuyendo así a un aumento del índice de masa corporal (IMC).
  • Oscurecimiento de algunas zonas del cuerpo: Esto se manifiesta principalmente enel cuello, las regiones axilares y en la ingle. Esto sucede por el aumento de insulina en sangre, induciendo estos cambios celulares y en la pigmentación de la piel en estos individuos. También pueden aparecer pequeñas verrugas en la región del cuello.
  • Desarrollo de trastornos cardiovasculares: La resistencia insulínica está íntimamente ligada al síndrome metabólico, el cual se relaciona directamente con la hipertensión arterial, alteraciones en los niveles de lípidos y la diabetes. Al combinarse estos factores, la incidencia de eventos cardiacos es mucho mayor.
  • Hirsutismo: Puede apreciarse un exceso de vello en zonas donde no suelen aparecer en la mujer. Esto sucede cuando este trastorno se relaciona con el síndrome de ovario poliquístico. Esa relación también está asociada a la infertilidad.

¿Cuál es el tratamiento?

Una vez que los niveles de sangre indican que existe una resistencia a la insulina, el médico indicará un tratamiento basado en fármacos, dieta y ejercicios. Debe existir esta reacción para que se logre un resultado exitoso.

El medicamento indicado por lo general suele ser la Metformina, el cual si se administra regularmente debiese reducir los niveles de glucosa.

Consejos para combatir la resistencia a la insulina

  • Llevar una dieta sana y equilibrada, basada en el consumo de hidratos de carbono complejos y con bajo índice glicémico.
  • Reducir el consumo de azúcar refinada, jugos, bebidas y productos de pastelería.
  • Moderar el consumo de pan, arroz y pastas blancas. Si se van a ingerir, que sea en pequeñas porciones.
  • Aumentar el consumo de agua. Incluir en la dieta las carnes magras, pollo, pescado, nueces y legumbres.
  • Respetar los horarios de alimentación.
  • Realizar al menos 30 minutos de ejercicios diariamente.
  • Consumir al menos 2 litros de agua diariamente.

Es fundamental tomar consciencia del cuidado de nuestra salud. Mientras antes detengamos este problema, podremos evitar consecuencias lamentables.

Nuestros profesionales están altamente capacitados para entregarte la atención y el cuidado que necesitas.

Si sospechas que puedes tener Resistencia a la Insulina

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