Cuando te indican una resonancia magnética o un scanner con contraste, es común sentir incertidumbre. Escuchar la palabra “contraste” puede generar dudas, pero entender para qué se usa y cómo funciona ayuda a enfrentar el examen con más tranquilidad. El contraste permite ver con mayor claridad el interior del cuerpo en ciertos estudios de imagen. Gracias a él, los médicos pueden detectar con mayor precisión posibles anomalías o enfermedades, facilitando un diagnóstico más certero.
El contraste es una sustancia especial que se utiliza en algunos exámenes de imagen, como la resonancia magnética o la tomografía axial computarizada (TAC), también conocida como scanner, para que ciertas partes del cuerpo se vean con mayor claridad. Actúa como un “resaltador” que ilumina órganos, tejidos o vasos sanguíneos, haciendo que los médicos puedan detectar problemas o alteraciones con mucha más precisión.
Gracias al contraste, es posible observar tumores, inflamaciones, lesiones vasculares o infecciones que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas. Es decir, el contraste permite que el diagnóstico sea más certero y rápido, lo que puede marcar una gran diferencia en el tratamiento.
Ambos tipos de contraste son seguros, pero cada uno tiene sus propias características y se elige según el tipo de examen y lo que el médico necesita evaluar.
Existen varias maneras de administrar el contraste, y el equipo médico elegirá la mejor opción según el estudio que necesites y la zona del cuerpo a evaluar:
En la gran mayoría de los casos, el contraste es seguro y bien tolerado. No obstante, como ocurre con cualquier medicamento, pueden existir algunos efectos secundarios leves, como:
Estos efectos suelen desaparecer rápidamente y no representan un riesgo grave.
Algunas personas pueden presentar alergia al contraste, sobre todo al tipo yodado que se usa en los exámenes con scanner. Las reacciones pueden ir desde leves (picazón o urticaria) hasta más graves, como dificultad para respirar o inflamación.
Si alguna vez has tenido una reacción alérgica a un medio de contraste, aunque haya sido leve, es fundamental que lo informes al equipo médico antes del examen. Con esa información, se pueden tomar precauciones como:
Además, deben informar siempre:
La preparación para un examen con contraste puede variar según el tipo, pero en general se recomienda:
Hacerse un scanner con contraste o una resonancia magnética es un procedimiento seguro, preciso y muy útil para detectar a tiempo muchas enfermedades. El contraste es una parte fundamental del proceso, y aunque puede generar cierta preocupación, la mayoría de las personas lo toleran sin problemas.
Si tienes alergia al contraste, antecedentes médicos relevantes o estás embarazada, es muy importante que lo comuniques al equipo médico. Así podrán cuidarte de forma personalizada.
Y recuerda: si estás bien informado, te sentirás más tranquilo. En nuestro centro médico estamos para ayudarte, guiarte y darte la tranquilidad que necesitas en cada paso.
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