El cáncer de piel es una de las enfermedades más comunes en el mundo. Se estima que más de un millón de personas son diagnosticadas con esta enfermedad cada año. Chile no ha sido la excepción y según datos del Minsal el año 2023 presentó una cifra récord de decesos por esta enfermedad en el país, con 560 fallecidos.
El cáncer de piel se produce por el crecimiento anormal de las células de la piel, debido principalmente a la sobreexposición al sol y los rayos ultravioleta (UV). Existen tres tipos de cáncer de piel: carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y melanoma, siendo este último el más grave y mortal.
Si bien se manifiesta principalmente en las zonas más expuestas al sol, también puede desarrollarse en áreas más protegidas de los rayos UV como las palmas de las manos, plantas de los pies y en las uñas.
Estas cifras preocupan a las autoridades sanitarias, quienes atribuyen el aumento de esta enfermedad a factores ya conocidos como el debilitamiento de la capa de ozono y el aumento de las temperaturas a nivel mundial. Sin embargo, también preocupa la poca prevención por parte de muchos chilenos. Se estima que la ciudadanía no toma real conciencia acerca del daño qué produce la radiación solar y no cuida su piel de la manera adecuada.
El año 2024 fue el más caluroso del que se tenga registro en la historia. Se estima que las temperaturas globales superaron en 1.28°C el promedio histórico del planeta. Chile no quedó ajeno a este aumento y solo en Santiago se registraron ocho días con temperaturas sobre los 35°C. En este sentido, la época veraniega en Chile supone un riesgo constante para la piel, debido al horario y la intensidad con la que actúa el sol.
La radiación ultravioleta es de suma importancia para la vida en la tierra, sin embargo, una gran cantidad de exposición a esta puede ser dañina para los seres humanos. La capa de ozono, que regula el ingreso de la radiación a la tierra, ha sufrido un importante adelgazamiento, lo qué ha provocado distintos fenómenos naturales relacionados a la radiación. Desde 1987 existe el llamado Protocolo de Montreal, el cual une a gran parte de los países del mundo para promover y cumplir ciertas normativas qué protejan la capa de ozono. Si bien, esto ha permitido qué la capa se comience a recuperar, estudios muestran qué recién en el 2076 podría regenerarse por completo. Mientras tanto, la misión principal de los gobiernos es promover una cultura de cuidado de la piel.
Se estima que 9 de cada 10 casos de cáncer a la piel en Chile ocurren por la exposición a la radiación ultravioleta. Chile, además, cuenta con factores geográficos que hacen posible el ingreso de más radiación que en otros países debido a su ubicación y la inclinación solar.
La realidad en Chile implica qué el cáncer a la piel está aumentando progresivamente sus casos y si bien se puede contraer de manera hereditaria, la forma más común de padecer esta enfermedad es debido a la exposición continua y prolongada a los rayos del sol. Antiguamente el cáncer a la piel afectaba comúnmente a personas mayores de 50 años, sin embargo, la tendencia actual indica que este ha aumentado en los jóvenes. Esto se explica debido a que estos grupos etarios tienden a participar en mayor cantidad de actividades y deportes al aire libre.
Expertos de SOCHIDERM y FALP recomiendan evitar estas actividades en los días de verano, al menos durante el horario en que la radiación UV se encuentra en su punto máximo. También se recomienda encarecidamente utilizar protector solar, el cual debe ser certificado y aplicarse en las partes del cuerpo expuestas al sol media hora antes de exponerse al sol y luego repetir la aplicación cada dos horas.
La FALP ha sido una de las principales impulsoras de campañas de difusión e información acerca de la prevención del cáncer de piel. Además, han estudiado progresivamente el impacto de esta enfermedad y su crecimiento en las últimas décadas mediante el análisis de los datos más relevantes de acuerdo a distintos factores como edad, género y región de residencia.
En Chile se diagnostican aproximadamente 800 nuevos casos al año, solo del tipo melanoma, mientras que la tasa de mortalidad por cáncer de piel aumentó un 22% entre el 2012 y el 2022.
En cuanto a ubicación geográfica esta enfermedad ataca sin discriminación entre zona norte, centro y sur. La región de Arica y Parinacota es la que mayor tasa de mortalidad tiene, con un 6.7. Esto quiere decir que, de cada cien mil habitantes, 7 mueren a causa del cáncer de piel. En este ranking también se encuentra en tercer lugar la región de Magallanes con un 4.9 y más abajo otras regiones que superan la tasa de mortalidad nacional, como la del Biobío, Valparaíso o La Araucanía.
Así como el cáncer de piel es uno de los más comunes en el mundo, también es uno de los más “sencillos” de prevenir mediante acciones cotidianas y autocuidado. La problemática se centra en la baja importancia que se le otorga a esta enfermedad, como se mencionó anteriormente. Los expertos recomiendan usar protector solar de al menos 30 FPS al menos 3 veces al día, usar sombreros de ala ancha y gafas de protección ultravioleta y evitar la exposición solar en el rango horario de mayor riesgo, qué va desde las 11.30 hasta las 16.00 horas.
Además, la FALP recomienda un sencillo protocolo de autoevaluación. Este consiste en la utilización de espejos y la cámara de un celular a fin de chequear todas las partes del cuerpo y descubrir o evaluar lunares del cuerpo, heridas sin sanar o cicatrices sospechosas. Existen distintas señales de alerta principalmente respecto a los lunares: asimetría, presencia de más de un color, bordes irregulares y cambios de tamaño en periodos muy breves de tiempo. La prevención es clave para detener el avance del cáncer de piel.
Si presentas síntomas o anomalías en tu piel te recomendamos visitar a un especialista a la brevedad.
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