Fueron casi cuatro años de alerta sanitaria decretada por la Organización Mundial de la Salud luego de que llegara el virus del SARS-CoV-2 (Covid 19) a nuestro país y al mundo entero. Esta pandemia nos azotó a nivel mundial cobrando tantas vidas y llevándonos a un aislamiento que tuvo también sus consecuencias en torno a la salud mental.
El 31 de agosto recién pasado, el Ministerio de Salud informó que finaliza la Alerta Sanitaria, dando por superada la difícil pandemia.
Una alerta sanitaria es una comunicación oficial emitida por autoridades de salud pública o agencias gubernamentales para informar al público sobre un riesgo significativo para la salud de la población. Estas alertas se emiten en respuesta a situaciones que pueden representar una amenaza para la salud pública, como brotes de enfermedades infecciosas, contaminación de alimentos o productos, eventos ambientales peligrosos o cualquier otra situación que pueda poner en riesgo la salud de las personas.
Las alertas sanitarias suelen incluir información importante sobre la naturaleza del riesgo, las medidas que se deben tomar para protegerse, cómo buscar atención médica si es necesario y otras recomendaciones específicas. También suelen proporcionar actualizaciones regulares a medida que se obtiene más información sobre la situación.
Estas alertas son una herramienta crucial para mantener a la población informada y segura en momentos de crisis sanitaria, y su objetivo principal es prevenir la propagación de enfermedades, minimizar los efectos negativos en la salud y ayudar a las personas a tomar decisiones informadas para protegerse a sí mismas y a sus comunidades.
La alerta sanitaria del COVID-19, implicó una serie de medidas y acciones para abordar la pandemia de COVID-19. Estas medidas variaron según el país y la región, pero en general, incluyeron lo siguiente:
Es importante destacar que la respuesta a la alerta sanitaria del COVID-19 evolucionó a medida que se obtuvo más información sobre el virus y su propagación, y las medidas variaron según la fase de la pandemia y la situación local. Además, las estrategias y políticas específicas variaron de un país a otro en función de las circunstancias locales y las decisiones de las autoridades sanitarias.
Sobre la situación sanitaria, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, enfatizó que el hecho de que termine la alerta "significa que el Covid-19 deja de constituir una emergencia para nosotros. Sin embargo, no significa que la enfermedad desaparezca. Por el contrario, la enfermedad seguirá existiendo".
"El virus sigue circulando entre nosotros, sigue evolucionando, van a seguir ocurriendo nuevas variantes. Y lo que nosotros tenemos que hacer como país es aprender a vivir con este virus, cosa que hemos ido aprendiendo paulatinamente desde el año pasado, cuando pasamos a la fase de apertura y ahora que terminamos la fase de alerta", aseguró.
Es por eso que se recomienda continuar con las prácticas que ya adquirimos como país, como el lavado frecuente de manos, la desinfección de superficies o el uso de mascarilla para evitar contagio. Si bien estas medidas no son obligatorias, si son una buena forma de prevenir.
Lo que esta pandemia nos dejó, es el pensar en el otro, cuidarnos entre nosotros y estar atentos ante ciertos síntomas que requieran cuidado. Mantengamos los hábitos de cuidado y podremos enfrentar mejor todo tipo de enfermedades.