La salud bucal es un tema que no podemos tomar a la ligera. Desde la infancia, es sumamente importante llevar un control adecuado y un aseo profundo de nuestra dentadura y encías para disminuir los riesgos de enfermedades perjudiciales para nuestra vida. Una de estas es la Periodontitis, enfermedad muy común, pero de la cual no suele hablarse tanto.
La periodontitis es una enfermedad infecciosa crónica que afecta al periodonto. Es decir, a los tejidos que rodean, soportan o sostienen y protegen los dientes.
Existe el periodonto de protección formado por la encía y el periodonto de sujeción formado por cemento dentario, ligamento periodontal y hueso alveolar.
Cuando los dientes pierden el soporte que los mantiene, debido a la destrucción progresiva e irreversible del hueso alveolar que los rodea, se produce la movilidad y posterior caída de los mismos.
Esta enfermedad suele ser la primera causa de pérdida dental en la población adulta.
Existen diversos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir de Periodontitis. Estas son:
Esta consiste en una colonia de microorganismos sobre los que se depositan sales de calcio y forman el cálculo dentario, también llamado tártaro o sarro. La placa bacteriana es un factor local crucial para que la gingivitis se transforme en periodontitis.
Es un factor fundamental en las periodontitis crónicas. Esto es debido ala suma de factores que pueden influir a través de los años.
Fumar aumenta el riesgo de desarrollar periodontitis crónica, ya que modifica la respuesta de fagocitosis (cuando células y organismos unicelulares capturan y digieren partículas nocivas o alimento) y vascularización( presencia y disposición de los vasos sanguíneos y linfáticos en un tejido, órgano o región del organismo) por lo que favorece la perdida ósea.
Las enfermedades sistémicas tales como alteraciones hematológicas, alteraciones genéticas, entre otras pueden actuar como factores agravantes de la periodontitis.
Las tensiones cotidianas y las emociones negativas pueden introducir cambios en la salud general. Reduce la microcirculación y el flujo salival, reduciendo la actividad de linfocitos y polimorfunucleares, siendo factores agravantes sobre todo en algunas formas de gingivitis y periodontitis como son las formas ulceronecróticas.
Es la forma más común de enfermedad periodontal y no afecta a todos los dientes por igual. Es de avance lento aunque puede exacerbarse y provocar destrucción del tejido periodontal con pérdida de inserción y de hueso.
Se caracteriza por la pérdida de inserción y una destrucción ósea rápida. Suele presentarse a una edad temprana, aunque puede aparecer a cualquier edad
Pueden ser manifestaciones tempranas de diabetes, leucemias, alteraciones de neutrofilos, etc.
Se caracteriza por la muerte del tejido de las encías, los ligamentos de los dientes y el hueso que los sostiene, provocada por la falta de irrigación sanguínea (necrosis) que tiene como resultado una infección grave. En general, este tipo se presenta en personas con un sistema inmunitario inhibido.
Es cuando se extiende la infección bacteriana a los tejidos periodontales aumentando la proporción de destrucción ósea, debido a que el pus retenido en las bolsas periodontales no puede drenar.
Existen ciertos síntomas en común que pueden indicar la presencia de Gingivitis y también de una posterior Periodontitis.
Existen ciertas medidas que te puede ayudar a reducirlos riesgos de sufrir esta desagradable enfermedad bucal:
Debes adquirir el hábito de cepillarte los dientes cada día. Esto se debe hacer al menos dos veces al día, prestando especial dedicación al cepillado de la noche, que nunca debes olvidar.
Mientras a menor edad se adquiera este hábito, menos riesgos existen. Se recomienda utilizar también el hilo dental, enjuage bucal y cepillar la lengua.
Los alimentos ricos en azúcar, incluidas las bebidas refrescantes con gas, no ayudan a la salud bucodental. Las bacterias que habitan en la boca transforman los azúcares en ácidos y estos, a su vez, atacan el esmalte dental y provocan la aparición de la caries y otras enfermedades bucales.
Algunos de los alimentos más sanos para tu boca son algunas frutas como los arándanos, kiwi y uvas y todos aquellos alimentos ricos en grasas insaturadas . También alimentos con Omega 3y los frutos secos.
Tener especial cuidado si estás embarazada: Durante estos meses, los cambios que experimentará tu cuerpo también pueden repercutir en tu boca y acarrearte ciertos problemas.Vigila especialmente tu salud oral si eres una persona diabética o sufres alguna enfermedad cardiovascular. Estudios científicos han demostrado la relación directa entre estas dos patologías y los problemas periodontales.
En algunos casos, los problemas dentales tienen un componente hereditario. Si es tu caso, debes prestar una especial atención a tu dentadura para prevenir desde edades tempranas cualquier atisbo de problema y actuar de forma adecuada y rápida.
Pero sin duda, el más importante de los consejos, es asistir regularmente a control dental. Mientras más frecuentemente asistas, más a tiempo se pueden detectar los riesgos bucales. Nuestros odontólogos de Maiposalud, están sumamente capacitados.
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