Día mundial de la felicidad. ¿Cómo lograr el sentimiento de bienestar?
El año 2012, la asamblea General de la ONU decretó, que el 20 de marzo se celebre el Día Internacional de la Felicidad. Esto con el fin de reconocer la tremenda importancia que esta tiene en el bienestar de los seres humanos y fomentarla como política de gobierno.
En la resolución de la ONU se reconoce la necesidad de que se aplique al crecimiento económico un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado, que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos.
¿Qué es la felicidad?
La felicidad se define como un estado de grata satisfacción espiritual y física.
Es la sensación de bienestar y realización que experimentamos cuando alcanzamos nuestras metas, deseos y propósitos.
La felicidad es una condición subjetiva y relativa. No hay requisitos para ser felices. Esto quiere decir que depende de la persona y de qué aspira en la vida para sentirse así. Dos individuos pueden sentirse felices por razones totalmente opuestas y experimentar la misma sensación al lograr sentir realizada su necesidad o ver cumplidos nuestros deseos y aspiraciones.
Cómo se produce la sensación de felicidad
Existen en la química del cerebro humano una serie de neurotransmisores vinculados con la sensación de bienestar y de plenitud. Si bien, hay distintas hormonas relacionadas al placer, la más conocida como la “hormona de la felicidad” es la endorfina.
Esta es segregada por la glándula pituitaria y el hipotálamo y producen un efecto analgésico y de bienestar momentáneo en el organismo.
Este tipo de sustancias químicas son importantes para nuestra vida, debido a que son las que se encargan de aparecer en situaciones agradables, pero también en algunas que generan dolor y estrés. Gracias a este tipo de neurotransmisor somos capaces de sentirnos plenos y tener la sensación de felicidad.
Riesgos de no sentir felicidad
La falta de felicidad puede producir diversas enfermedades, puesto que el sistema inmune comienza a fallar y, por ende, el organismo está más predispuesto a cualquier afección de salud.
Algunos problemas físicos que produce la infelicidad son:
- Mala alimentación. Al estar deprimidos o ansiosos podemos tender a alimentarnos en exceso con productos calóricos que generen un placer momentáneo o , al contrario, dejar de alimentarnos , produciendo así una baja de defensas que puede derivar en un problema mayor. Ambos extremos pueden provocar enfermedades, sobre todo crónicas.
- Insomnio. Al estar tristes, aumenta la dificultad de conciliar el sueño, ya que el cerebro prioriza las preocupaciones o sentimientos negativos, lo que hace que no logremos la tranquilidad y paz. A mediano plazo, el insomnio tiene consecuencias nefastas para el cuerpo.
- Depresión. Si nuestra infelicidad se alarga en el tiempo podemos caer en una depresión, durante la cual los neurotransmisores quedan inhibidos. La depresión también hace que las defensas bajen y que el organismo esté en riesgo de todo tipo de enfermedades.
Existen evidencias de que los neurotransmisores asociados a la felicidad tienen un efecto positivo a nivel cardiovascular, y hay relación con otras enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes tipo 2. Por otro lado, la felicidad refuerza el sistema inmunológico incrementando la producción de anticuerpos y modulando la respuesta inmunitaria.
Sentirnos felices frecuentemente, también retrasa el envejecimiento.
¿Cómo liberar endorfinas?
Para lograr una vida más plena, y por tanto, más feliz, es importante seguir algunos consejos prácticos. Algunos de ellos son:
- Practicar deporte. La liberación de endorfinas en la práctica de ejercicio permite que recibamos sensaciones positivas sobre nuestro cuerpo y que experimentemos sentimientos positivos y energizantes.
- Fomentar las muestras de cariño.Se ha observado que las caricias, los abrazos y los besos ayudan a generar endorfinas, debido a que la combinación de la liberación de feromonas con la liberación de endorfinas promueve una mayor sensación de placer, bienestar y felicidad.
- Ejercicios relajantes. Se ha demostrado que nuestro cuerpo libera endorfinas con mayor facilidad cuando se encuentra en un estado de relajación. Por este motivo, practicar actividades como yoga o meditación, son idóneas para experimentar la sensación de felicidad.
- Proponernos metas y alcanzarlas. Lograr esto produce en nosotros una gran satisfacción y frente a ello, una mayor producción de endorfinas que aumentan nuestro bienestar.
- Tener una buena alimentación. Los dulces como el chocolate o las frutas, ricas en azúcares, contribuyen a liberar endorfinas, pero recuerda que no debemos abusar de estos alimentos. También los alimentos con vitamina c y b, las legumbres y los que contienen omega 3. pueden ayudar a secretar hormonas de la felicidad.
- Reírse. Entablar conversaciones con sentido del humor o bromear, nos ayudan a aumentar nuestro estado de ánimo y nos aportan sensaciones de mayor felicidad.
- Dormir. El sueño reparador aumenta las actitudes positivas y la energía que se necesita para el correcto funcionamiento de nuestro día.
- Amar. El amor, no solo de pareja, produce las mayores sensaciones de felicidad, euforia y placer. Amar y ser amado contribuye mucho a la salud emocional.
- Tener contacto con la naturaleza. Un buen paseo por la naturaleza, salir a respirar aire fresco, ir a la playa o hacer un picnic en el campo, son actividades que requieren un contacto con la naturaleza, que nos llenan de energía y de bienestar.
Si bien, la felicidad es un concepto subjetivo sujeto a momentos de bienestar; es importante procurar sentirnos lo mejor posible para lograr una plenitud a nivel emocional y físico que nos conduzca cada vez más a conseguirla. Si lo proponemos, es posible ser felices.