El cáncer de ovario se produce cuando las células normales del ovario experimentan cambios en su material genético (ADN) que hacen que se dividan y crezcan sin control.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Si bien, por si mismos no son determinantes, hay ciertos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad. Algunos de estos factores son:

• Antecedentes familiares: Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de ovario tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, especialmente si hay múltiples casos de la enfermedad en la familia.
• Edad: El riesgo de cáncer de ovario aumenta con la edad, especialmente después de los 50 años.
• Mutaciones genéticas: Algunas mutaciones genéticas heredadas, como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, pueden aumentar el riesgo de cáncer de ovario.
• Menstruación temprana o menopausia tardía: Las mujeres que tuvieron su primera menstruación a una edad temprana o que entraron en la menopausia a una edad tardía tienen un mayor riesgo de cáncer de ovario.
• Terapia hormonal extendida: El uso de terapia hormonal después de la menopausia puede aumentar el riesgo de cáncer de ovario.

Es importante tener en cuenta que tener uno o varios factores de riesgo no significa necesariamente que una persona desarrollará cáncer de ovario. La mayoría de las mujeres que desarrollan la enfermedad no tienen antecedentes familiares de la enfermedad y no presentan factores de riesgo conocidos.

Conoce los posibles síntomas

El cáncer de ovario es una enfermedad que en su etapa temprana puede no presentar síntomas, lo que hace que sea difícil de detectar en forma temprana. Sin embargo, a medida que el cáncer se desarrolla, pueden aparecer algunos síntomas a los cuales debemos estar atentos:

• Hinchazón abdominal, sensación de llenura o distensión abdominal.
• Dolor o presión en la zona pélvica.
• Dificultad para comer o sentirse satisfecha rápidamente al comer.
• Necesidad de orinar con más frecuencia.
• Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento o diarrea.
• Fatiga constante.
• Dolor de espalda.
• Pérdida de peso inexplicable.

Si experimentas alguno de estos síntomas durante más de dos semanas, especialmente si tienes antecedentes familiares de cáncer de ovario, es importante que consultes a un médico para un examen completo.

Si bien, estos síntomas pueden ser causados por otras condiciones médicas y no necesariamente indican cáncer de ovario, es importante estar atentas y actuar a tiempo.

También, el realizarse un chequeo anual que incluya pruebas de sangre y ecografía transvaginal, podría detectar en etapa temprana.

¿Existe alguna forma de prevenir el cáncer de ovarios?

Aparte de los chequeos, preventivos, no hay una forma garantizada de prevenir el cáncer de ovario. Sin embargo, hay ciertos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Algunos de ellos son:

• Controlar el peso: El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar los niveles de ciertas hormonas en el cuerpo, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de cáncer.
• Realizar ejercicios: Esto puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de ovario, así como el riesgo de otras enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades del corazón.
• Mantener una alimentación saludable. Consumir una variedad de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables, puede aportar a tener una mejor salud y más defensas.

Se sabe que estas medidas preventivas no garantizan la prevención del cáncer de ovario, pero pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Este día es una instancia para tomar conciencia y comenzar a modificar hábitos para prevenir esta y otras afecciones.