El virus se extiende rápidamente por todo el mundo. Para el control de la contingencia sanitaria producida el COVID-19, en adultos y en los más pequeños, es necesario identificar rápidamente sus síntomas para el tratamiento temprano.
No se conocen, aún, todas las características clínicas de los pacientes pediátricos. Investigadores en China, analizaron los datos clínicos del 27 de enero al 23 de febrero, de 34 niños con COVID-19. Los síntomas iniciales más comunes fueron fiebre (76%) y tos (62%), aunque resultó esperanzador que su recuperación estuvo dentro de los cuatro días posteriores a iniciar el tratamiento. Los casos pediátricos mostraron mayor proporción de fiebre, vómitos y diarrea al ingreso, hallazgos que aportan al diagnóstico precoz en niños.
Entre los síntomas que se han visto en estos niños, se incluyen los siguiente:
Lo primero, será mantener la calma y hablar con un especialista. Comuníquese con el médico de cabecera, si éste conoce los antecedentes del menor, sabrá si su hijo corre algún riesgo especial. Le preguntará cómo se encuentra y sobre si han estado cerca de alguien que se sabe, o se sospecha que habría contraído el Coronavirus. Desde la consulta del médico, le indicarán si necesita que un profesional de la salud visite a su hijo de modo presencial o si puede realizarse una teleconsulta, sin salir de casa.
Si se concluye la necesidad de cuidados médicos inmediatos, asegúrese de prevenir al servicio de urgencias médicas de un hospital.
Asegúrese de lavarse las manos con frecuencia, y de taparse con el codo al toser o estornudar. Además de evitar el contacto con otras personas, sobre todo, con las que estén enfermas.
Recuerde mantener actualizado el calendario de vacunación de sus hijos, recomendado para protegerse de infecciones como la influenza y el sarampión.
Resulta una responsabilidad de todos proteger a los más pequeños. A pesar de que se han detectado menos casos de coronavirus en los niños, y generalmente causa una infección más leve que a los adultos y gente mayor.
La identificación de síntomas a tiempo, es fundamental para el control efectivo de la epidemia.