Criar un bebe es un desafío lleno de momentos gratos, emotivos y de ir descubriendo un mundo nuevo. Pero también está lleno de desafíos en lo emocional y también en lo práctico.
Los bebés están constantemente experimentando cambios en su cuerpo, relacionados con su desarrollo. Es así como llega la dentición que es cuando los dientes comienzan a salir de las encías.
Empiezan a aparecer los primeros dientecitos y con ello las molestias relacionadas con ello. Por esto es sumamente importante detectar estos cambios.
El proceso de la dentición comienza aproximadamente entre los 6 y 8 meses. Algunas veces se puede dar antes y otras veces, después, pero al llegar los tres años, el niño debiese tener todos sus dientes.
Los primeros dientes en aparecer suelen ser los incisivos inferiores, también conocidos como incisivos centrales. Luego los siguen los cuatro dientes incisivos superiores (centrales y laterales). Aproximadamente un mes más tarde, aparecerán los incisivos inferiores laterales (los dos dientes ubicados a ambos lados de los incisivos inferiores centrales).
Los siguientes dientes que salen son los molares de leche (o muelas, ubicadas en la parte posterior de la boca y que utilizamos para triturar los alimentos) y, por último, salen los caninos superiores (los dientes puntiagudos de la mandíbula superior).
En contadas ocasiones, algunos bebés nacen con uno o dos dientes o les sale el primer diente durante las primeras semanas de vida. Esto no debiese ser motivo de preocupación a no ser que haya riesgo de atragantamiento por asfixia o aspiración en caso de que estén muy sueltos.
Algunas señales a las que debemos estar atentos son cuando empiezan a darse los siguientes síntomas:
Si bien es un proceso poco agradable para nuestros hijos, existen algunas formas de aliviar un poco estas molestias. Algunas de ellas son:
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