Cómo mejorar la salud bucal
Todo ser humano tiene objetivo la integridad o equilibrio en todas las áreas de su vida, siendo una de las más fundamentales la salud. Sin embargo, muchas veces es dejada de lado por diversas razones. Puede ser por tiempo por dinero o simplemente no querer.
El problema de esto es que muchas veces es tarde cuando nos preocupamos de estar saludables y cuando lo hacemos, priorizamos algunos aspectos dejando como última prioridad algo tan importante como la salud bucal.
¿Qué es la salud bucal?
La OMS define a la salud bucal como la ausencia de dolencias o trastornos en la cavidad bucodental que limiten o repercutan a la persona en su bienestar psicosocial.
Estas dolencias o trastornos pueden ser desde dolor, cáncer, infecciones, llagas, hasta enfermedades periodentales, pérdida de dientes o trastornos bucodentales.
La salud bucal es un indicador clave de la salud en general de un ser humano, así como la manera de evaluar y conocer su calidad de vida.
Síntomas que indican un problema en la salud dental
- Sangrado o dolor de encías. Puede ser un síntoma de gingivitis, es decir una fase inicial y reversible de una enfermedad gingival o de las encías (periodontitis) que puede llevar a la pérdida de piezas dentales. En estos casos es preciso acudir a un dentista para descartar problemas graves y revertir la situación.
- Boca seca. Puede deberse a un problema médico o a la toma de ciertos medicamentos. La saliva es clave en la prevención de caries y formación de placa bacteriana. Se debe consultar si el problema persiste.
- Dientes amarillos o manchados. Puede haber diversas razones. En ocasiones se debe al consumo de ciertos alimentos (café o té), al tabaco, a la ingesta de algunos medicamentos o ser un problema derivado de la edad o de una propensión genética.
- Úlceras orales. Pueden ser de diversos tipos: úlceras cancerígenas, herpes labial, leucoplasia (lesión precancerosa) o candidiasis (hongos). Es muy importante estar al tanto de su existencia y hacerlas un seguimiento, ya que pueden ser síntoma de una enfermedad grave, una infección ocasionada por una bacteria, o un virus u hongos ocasionados por un bracket de ortodoncia, una dentadura postiza o un diente muy afilado. Si la úlcera se mantiene tras una semana, es preciso acudir al dentista.
- Dolor de dientes. Este puede deberse a caries o gingivitis. También puede darse por algún absceso o golpe en un diente. Se requiere una visita inmediata a un dentista.
- Mal aliento. El mal aliento puede ser causado por la alimentación, la falta de higiene dental, fumar, boca seca o problemas de salud. Si el problema persiste puede ser también un síntoma de enfermedad gingival (de las encías). Si el problema no mejora pese a llevar una buena higiene dental, es importante visitar al dentista.
- Rotura de dientes. Un diente fracturado es muy doloroso y si no se trata, puede derivar en problemas mayores.
- Dientes sensibles. Generalmente al beber bebidas calientes o frías se genera esa sensibilidad. Esto puede estar ocasionado por tener algún diente fracturado, caries no diagnosticada, un empaste desgastado o gingivitis, entre otros motivos. Siempre es bueno visitar a un especialista para definir el tratamiento adecuado.
¿Cómo lograr una buena salud bucal?
Para prevenir algunos de los problemas recién mencionados, es importante seguir los siguientes consejos:
- Cepillar los dientes todos los días. Debe ser al menos tres veces al día y durante tres minutos. Debe hacerse después de cada comida, con un cepillo de cerdas suaves.
- Cambiar el cepillo de dientes regularmente. Al ser una herramienta tan importante para la salud bucal, es necesario mantenerlo firme. Por lo tanto, se debe cambiar cada tres o cuatro meses.
- Realizar un buen cepillado. Al cepillar los dientes, debe hacerse con movimientos suaves y cortos, tratando de cubrir todo el área de los dientes, incluso cepillando la lengua y las encías.
- Mantener limpio el cepillo. Debes enjuagar el cepillo con agua después de lavarte los dientes. Se recomienda guardarlo en posición vertical, sin cubrirlo o llevarlo en un contenedor cerrado.
- Usar hilo dental al menos una vez al día. Se debe deslizar el hilo en el espacio entre la encía y el diente.
- Utilizar un enjuague bucal para proteger tu boca. Además del cepillado diario y del hilo dental, es importante usar un enjuague bucal que contenga flúor.
- Controlar tu consumo de azúcar. El azúcar es el principal aliado de la aparición de caries, sobre todo en niños, por eso es necesario cepillar los dientes después de consumir caramelos o dulces.
Es importante visitar el dentista con regularidad. La salud bucal no debe tomarse a la ligera. Detectar y tratar pronto los problemas de las encías, los dientes y la boca puede ayudar a garantizar una buena salud oral de por vida.