Cómo comenzar el nuevo año de buena forma
Sin duda este año ha sido intenso. Lleno de cambios y de desafíos. Hemos debido enfrentarnos nuevamente a una pandemia que aún sigue presente en el mundo. Esto sin duda repercutió en la salud mental de las personas.
Llega el cierre de año y junto a él, el cansancio que muchas veces se transforma en estrés.
Las celebraciones de cierre de año, incluida la navidad, debiesen ser motivo de alegría y relajo. Sin embargo, a veces se transforman en una presión difícil de afrontar. Es por eso que la manera de afrontarlas es fundamental para evitar que nuestro organismo se descompense.
Junto con eso, puede ser que la misma ansiedad, desencadene enfermedades asociadas o hábitos de alimentación y de vida en general que pueden ser perjudiciales para la salud.
¿Qué síntomas indican que estás sufriendo un estrés de fin de año?
En estas fechas, los motivos de consulta médica más frecuentes se deben a los siguientes síntomas:
- Dolores de espalda
- Contracturas (principalmente en el cuello y hombros)
- Cefaleas, de tipo tensional.
- Alteraciones gastrointestinales, como constipación o diarrea.
- Trastornos del sueño, síntomas depresivos y fatiga.
- Sensación de agobio.
¿Cómo afecta el estrés del año al estado de ánimo?
Emocionalmente, el estrés tiene efectos que nos impiden realizar actividades con normalidad, ya que principalmente, nuestro ánimo comienza a decaer, perdemos la motivación y muchas veces sólo queremos dormir y alejarnos de todo.
Quien sufre el estrés, comienza experimentar diversos cambios en el estado de ánimo como:
- Ansiedad: En estas fechas esta suele manifestarse en comer mucho, actos compulsivos y una necesidad de tenerlo todo controlado. Cuando no es así, la persona puede somatizar con reacciones corporales como: sudoración excesiva, masticarse las uñas y moverse constantemente de un lugar a otro sin parar, entre otras señales.
- Agitación: Puedes notarlo, al tener dificultades para respirar con normalidad. Al contrario, quien sufre estrés suele respirar entrecortado y sin fluidez producto de que su sistema nervioso está alterado.
- Falta de motivación o de concentración: Realizar la misma pregunta varias veces, no entender a la primera vez una instrucción y olvidar las tareas que se te asignan, son síntomas claros de que puedes estar ante un estrés de fin de año, sobre todo si no has tomado vacaciones hace un tiempo. También puedes sentirte desmotivado y sin ganas de realizar las cosas tanto en el área laboral como personal.
- Agobio: Cuando se manifiesta el estrés, un problema que en otra ocasión pareciera simple, se hace prácticamente insostenible. Pareciera que se viene el mundo encima y se hace prácticamente imposible salir de ese agobio sin que alguien pueda hacerte ver que la situación no es tan grave como la estás viviendo.
- Irritabilidad o ira: Caes en la sobrereacción ante el menor estímulo negativo, actuando muchas veces de manera violenta y exagerada, llegando algunas veces a perder el control de tus emociones.
- Tristeza o depresión: ganas de llorar y una angustia que no se pasa con nada, son también consecuencias emocionales del estrés, las cuales hacen que quieras aislarte y no participar activamente de cosas que antes te motivaban.
Consejos para terminar el año de forma saludable
- Hacer actividad física en las mañanas: El deporte elimina el estrés y el cansancio, pero la mejor hora para realizarlo es antes de salir a trabajar. Al hacer ejercicios después de las 6 de la tarde, nos costará más conseguir un sueño reparador, ya que nos acostamos con el cuerpo activado y requiere de un mayor esfuerzo para descansar lo necesario. En vez de hacer actividad física de alta intensidad por las tardes, es preferible realizar una caminata al aire libre.
- Alimentarse bien. No esperar el otro año para comenzar a tener una alimentación sana o desintoxicante . Es importante llevar una buena alimentación regularmente para que el fin de año no signifique un exceso que después pueda traer consecuencias negativas.
- Exponerse por 5 minutos al sol: Al ir camino al trabajo, es recomendable para el organismo una exposición de por lo menos 5 minutos a los rayos del sol. Estos permiten regular el ritmo circadiano, el cual controla nuestros estados de vigilia y sueño. El cuerpo al recibir los rayos de sol en la mañana logra activarse y darse cuenta que es un nuevo día, lo que nos ayuda ocupar eficientemente todas nuestras energías y tener un buen descanso por la noche.
- Tener buenos pensamientos. Un buen ejercicio es agradecer todo lo bueno e ir soltando lo malo, lo que nos afectó. Hacer un recuento del año nos servirá para comenzar con mejor disposición el año que vendrá.
- Diferenciar las cosas urgentes de las importantes: En este periodo del año es vital saber priorizar, ya que muchas veces se concentran muchas actividades y no sabemos cómo organizarnos. Siempre hay actividades más urgentes que otras dentro de las obligaciones de fin de año, y normalmente son las que se dejan para el final generando mayor estrés del que había en un principio.
- Decidir con anterioridad dónde se pasarán las fiestas: Un gran agente de estrés en estas fechas es decidir qué se va a hacer para las diversas celebraciones de fin de año. Hay muchas posibilidades, desde viajar, pasarlas en casa, donde familiares, etc., por lo que es necesario tomar decisiones con anterioridad.
- Hacer un presupuesto de compras: Estas celebraciones de fin de año también conllevan altos gastos de dinero, ya sea por lo regalos navideños, las cenas, viajes, etc. Por eso, es de suma importancia planificar estos gastos y establecer un presupuesto definido para así tener el control de los dineros que se gastarán y no sobrepasarse de la cuenta. Se puede realizar un presupuesto personal o familiar, lo que dependerá de las características de cada persona y sus posibilidades económicas.
Siempre se puede comenzar otra vez.. Si este no fue un buen año, esperemos con fe el año que vendrá. Al contrario, si fue un buen año, el que viene puede ser aún mejor.
La disposición con la que vivimos las situaciones que nos presenta la vida, determina mucho el éxito que podamos tener.