Cáncer de próstata: lo que todos los hombres deben saber

Mano de hombre sosteniendo liston azul

El gran temor de muchos hombres es tener algún problema en la próstata. Es sabido que después de cierta edad, es importante realizar ciertos exámenes preventivos para detectar a tiempo, pero muchas veces, ese mismo temor o la vergüenza, hace que posterguen esta medida sin darse cuenta de que el tiempo puede ser el peor enemigo.
Por eso es sumamente importante estar informado para así poder hacer frente a cualquier situación anómala.

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino. Se encuentra ubicada debajo de la vejiga y rodea la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior a través del pene.

Este órgano tiene aproximadamente el tamaño de una nuez y su función principal es producir un líquido que se mezcla con los espermatozoides para formar el semen. Este líquido prostático proporciona nutrientes y protección a los espermatozoides, facilitando su movimiento y supervivencia.

Es importante destacar que la próstata puede verse afectada por diversas enfermedades, entre las que se incluye el cáncer de próstata, que es la formación de células malignas en la próstata.

Lamentablemente, hoy en día el cáncer de próstata es una de las mayores causas de muerte en hombres. Esta enfermedad se da cuando las células en la próstata comienzan a crecer de manera descontrolada. Con el tiempo, estas células cancerosas pueden extenderse más allá de la próstata hacia otras partes del cuerpo, como los huesos y los ganglios linfáticos.

¿Cuáles son los factores de riesgo en el cáncer de próstata?

Existen diversos factores de riesgo que pueden influir en el desarrollo del cáncer de próstata. Sin embargo, no siempre son determinantes y en algunos casos, pacientes sin factor de riesgo pueden desarrollar esta enfermedad.

Algunos de estos factores son:

  • Edad: La enfermedad es más común en hombres mayores de 50 años y la incidencia continúa incrementándose con la edad.
  • Antecedentes familiares: Tener familiares de primer grado (padre o hermano) con cáncer de próstata aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
  • Factores genéticos: Algunos genes hereditarios pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de próstata. Por ejemplo, mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, conocidos principalmente por su asociación con el cáncer de mama y ovario en mujeres, también están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de próstata en hombres.
  • Dieta y estilo de vida: Algunos estudios sugieren que una dieta alta en grasas saturadas y baja en frutas y verduras puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Además, la obesidad, la falta de actividad física y el consumo excesivo de alcohol también se han asociado con un mayor riesgo.

Conoce cuáles son los síntomas

En las etapas tempranas, el cáncer de próstata generalmente no causa síntomas. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden presentarse algunos signos y síntomas. Los más frecuentes son:

  • Problemas urinarios: Dificultad para comenzar y detener el flujo de orina, debilidad del flujo urinario, necesidad de orinar con más frecuencia (especialmente durante la noche) sensación de no vaciar completamente la vejiga y dolor o ardor al orinar.
  • Sangre en la orina o el semen: Estos síntomas pueden ser alarmantes y es importante buscar atención médica.
  • Dolor: Este se desarrolla en la zona de la pelvis, la parte baja de la espalda, los glúteos o los muslos. También es posible que hayan molestias durante la eyaculación.
  • Disfunción eréctil: El cáncer de próstata puede afectar la función eréctil y provocar dificultades para lograr o mantener una erección.

Estos síntomas pueden también relacionarse con otras afecciones prostáticas, como la hiperplasia prostática benigna (HPB) o las infecciones de la próstata. Por eso es importante consultar con un médico especializado para una evaluación adecuada.

¿Cuál es el tratamiento para combatir este cáncer?

El tratamiento del cáncer de próstata depende del estado de la enfermedad, la agresividad del cáncer, la edad del paciente y sus preferencias individuales. Las opciones más utilizadas son:

  • Cirugía: La prostatectomía radical es una opción quirúrgica común para tratar el cáncer de próstata localizado. En este procedimiento, se extirpa toda la próstata y, en algunos casos, también los ganglios linfáticos cercanos. Puede realizarse de forma abierta o mediante técnicas mínimamente invasivas, como la cirugía robótica asistida.
  • Radioterapia: Utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas mediante una máquina que apunta directamente al órgano comprometido.
  • Quimioterapia: Se utiliza en casos avanzados de cáncer de próstata que se ha expandido a otras partes del cuerpo. Consiste en el uso de medicamentos que destruyen las células cancerosas en todo el cuerpo.

¿Existe forma de prevenir?

No existe ninguna medida que asegure completamente que no habrá desarrollo de cáncer. Sin embargo, realizar ciertos cambios reduce las probabilidades. Algunas de estas acciones son:

  • Tener una dieta saludable: Adoptar una alimentación equilibrada y rica en frutas y verduras puede contribuir a la prevención del cáncer de próstata. Se recomienda incluir alimentos como tomates, zanahorias, brócoli, col rizada, pimientos y nueces, que contienen nutrientes y antioxidantes beneficiosos.
  • Mantener un peso saludable: La obesidad y el sobrepeso se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo. Mantener un peso adecuado a través de una alimentación saludable y la práctica regular de ejercicio físico puede ayudar a reducir el riesgo.
  • Realizar actividad física regular: caminar, correr, nadar o practicar deportes, puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata. Se recomienda al menos tres veces por semana de ejercicio moderado.
  • Limitar el consumo de grasas saturadas: Reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, como carnes rojas, productos lácteos enteros y alimentos fritos, puede ser beneficioso. Se sugiere optar por fuentes más saludables de proteínas, como pescado, carnes blancas, legumbres y productos lácteos bajos en grasa.
  • Realizar chequeos médicos regulares: Es importante someterse a exámenes de detección regulares, como el análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal, especialmente si se tienen factores de riesgo o antecedentes familiares de cáncer de próstata. Estos exámenes pueden ayudar a detectar el cáncer en etapas tempranas y mejorar las posibilidades de éxito en el tratamiento.

Estar alerta a cualquier signo mencionado anteriormente, puede ser vital. Si sospechas de algún problema en la próstata, acércate lo más pronto posible a un especialista. Cuidar tu salud es fundamental.