Es ampliamente sabido que son las mujeres quienes tienen un mayor sentido de responsabilidad a la hora de realizarse exámenes. Quizás porque deben chequearse periódicamente, con el fin de prevenir, sobre todo en el área ginecológica. Esta práctica muchas veces puede salvar vidas, sobre todo en el caso de una enfermedad tan agresiva como el cáncer.
Pero ¿Qué pasa con los hombres? ¿existe esa disciplina a la hora de prevenir?. Es urgente que se tome conciencia sobre una enfermedad que puede ser muy agresiva: el cáncer de próstata.
Las cifras no son alentadoras. 3.000 hombres mueren al año a causa de esta enfermedad, posicionándola en la primera causa de muerte oncológica masculina en Chile.
La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductivo masculino. Ayuda a producir semen (el líquido que contiene los espermios). La próstata rodea al conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. Su tamaño es como el de una nuez y después de los 50 años suele aumentar su tamaño.
El cáncer de próstata lamentablemente es una enfermedad bastante más frecuente de lo que se piensa en hombres sobre los 50 años de edad.
Esta se gatilla porque se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la próstata, Frecuentemente tiene varios focos dentro de la próstata y, como en todos los tipos de cáncer, existen diferentes grados.
En su etapa más incipiente o incidental, el cáncer solo se encuentra en la próstata y sus posibilidades de curación son más altas.
En la etapa “localizada” el tumor también se encuentra ubicado en la próstata y se podría detectar por medio de un nódulo o por un examen de antígeno prostático elevado.
Finalmente en las siguientes etapas, el cáncer ya se encuentra fuera de la próstata dañando los tejidos que la rodean y posteriormente ramificándose en órganos como huesos, ganglios linfáticos y otros. El desenlace a esta altura, es particularmente adverso.
Por lo general, en la etapa inicial del cáncer de próstata, no existen síntomas que indiquen la presencia de algún tumor, pero cuando comienza a avanzar se podrían manifestar alguno de estas molestias:
Es recomendable que los hombres, al cumplir los 40 años, se realicen su primer examen preventivo a la próstata, sobre todo si hay antecedentes familiares. Esto porque el cáncer prostático en sus inicios suele ser asintomático.
El chequeo debiese ser anual y consiste en un examen de sangre para detectar valores anormales del antígeno prostático específico y un examen de tacto rectal. Este no es doloroso y permite detectar los tumores de forma precoz.
En caso de que el control rutinario arroje una anomalía, el doctor debiese dar una orden para una ecografía transrectal y una biopsia. Estos exámenes permitirán la confirmación de si existe o no cáncer de próstata.
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