Altas temperaturas. La importancia de la hidratación
Sin duda este verano se ha caracterizado por las altas temperaturas, las cuales comenzaron después de septiembre.
Estas altas temperaturas no sólo se han dado en la capital, sino a lo largo de todo el país, afectando a algunas personas que lo pasan bastante mal en estas fechas.
Es por eso que la hidratación es fundamental para combatir los efectos negativos en estos tiempos y también para llevar un mejor estilo de vida.
¿Cuáles son las consecuencias de las olas de calor por altas temperaturas?
- Aumentan las hospitalizaciones. Durante los periodos de temperaturas excesivas y olas de calor aumentan, en términos generales y sin actuaciones preventivas, tanto la mortalidad como el número de ingresos hospitalarios.
- Aumentan los niveles de ozono y otros contaminantes del aire. Esto hace que empeoren enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
- Los niveles de polen y otros aeroalérgenos son más elevados. Esto puede desencadenar episodios de asma.
- Calambres por el calor. dolores y espasmos musculares producidos por un duro esfuerzo.
- Puede haber un golpe de calor. Esto sucede cuando nos exponemos mucho rato a altas temperaturas. Es un shock leve que trae malestares.
- Hipertermia o insolación. Debido a la exposición al sol puede suceder este episodio que incluso puede agravarse y llevar a la internación.
- Alzas de presión. Salir a la hora de más calor, puede provocar un alza en la presión arterial provocando un malestar general.
- Dolores de cabeza. Se provocan al producirse un aumento en la temperatura exterior y el sol que llega directamente a la zona de la cabeza.
¿Quiénes son los más afectados con las altas temperaturas?
Quienes tienen alguna de estas condiciones, deben cuidarte más de las altas temperaturas y de exponerse ante las olas de calor.
- Enfermos crónicos.
- Personas mayores y ancianos.
- Personas con obesidad y otras patologías.
- Personas que consumen drogas o alcohol o que están en tratamiento con determinada medicación.
- Personas que trabajan bajo condiciones térmicas extremas.
Síntomas que indican una deshidratación por calor
Los signos y síntomas del agotamiento por calor pueden aparecer repentinamente o con el paso del tiempo, especialmente con períodos prolongados de ejercicio. Los signos y síntomas posibles son los siguientes:
- Piel fría y húmeda con piel de gallina al exponerse al calor.
- Sudoración intensa.
- Desmayo.
- Mareos.
- Fatiga.
- Pulso débil y acelerado.
- Presión arterial baja al ponerse de pie.
- Calambres musculares.
- Náuseas.
- Dolor de cabeza.
¿Cómo mantenerse hidratado?
- Beber mucho y regularmente. Es necesario ingerir abundantes cantidades de líquidos, sobre todo, si se va a practicar algún deporte o a trabajar al aire libre. Además, es importante hacerlo también cuando no hay sensación de sed.
- Incluir algunos alimentos específicos. A la hora de mantenerse hidratado, la comida es un buen aliado. Las sopas, con entre un 80% y un 95% de agua; las frutas o las verduras, son buenos aliados a la hora de hidratarse.
- Usar ropa ligera. Para huir de la deshidratación, otro punto importante es evitar llevar exceso de ropa porque puede provocar la sudoración y, por tanto, la pérdida de agua y sales minerales.
- Cuidar la piel. La pérdida de agua por la sudoración deja la piel agrietada, por lo que debe cuidarse.
- Hidratarse al hacer deporte. La pérdida de líquidos es mayor cuando se practica deporte, no sólo en invierno. Por ello, es conveniente ingerir líquidos antes, durante y después de la práctica de ejercicio.
¿Con qué hidratarse?
Existen distintos tipos de líquidos que nos permiten hidratarnos. Para quienes les cuesta tomar agua, hay alternativas que también contribuyen a no presentar problemas.
- Refrescos. La bebida más importante para mantenerse niveles adecuados de hidratación es el agua, pero otros líquidos también ayudan, como los refrescos, que, en general, contienen entre un 90% y un 99% de agua. Se trata de bebidas sin alcohol, con gas o sin él y que puede llevar edulcorantes y otros ingredientes, como el té frío, el agua con gas y las bebidas de cola.
- Jugos de fruta. El jugo de fruta puro, con azúcares no industriales y sin edulcorantes añadidos. Estos poseen entre un 85% y un 90% de agua.
- Infusiones. La elevada cantidad de agua que poseen el té y el café pueden también ayudar en la hidratación.
- Bebidas isotónicas. Muy empleadas para un buen mantenimiento de la hidratación durante el deporte o después de practicar el ejercicio, están diseñadas para reducir el desequilibrio de agua y minerales que se produce durante la actividad física. Además de estar compuestas por más de un 90 % de agua, poseen hidratos de carbono en pequeñas cantidades (azúcares), sodio y potasio.
Es fundamental estar atentos a las señales que nuestro cuerpo nos entrega. El mismo hecho de sentir sed es un indicador de que el organismo está pidiendo hidratación.
Ante síntomas más fuertes como lo antes señalados, es importante acudir de inmediato a urgencias para evitar consecuencias peores.